
Recordarás que nacer es entrar en conflicto. Que el hombre, más que ningún otro ser, lleva en su frente la señal del conflicto. El hombre está en conflicto permanente. Negar el conflicto sería negar al hombre. Rehusar el conflicto sería negarse uno así mismo. Eso que llamamos "lucha interior" no es otra cosa que un conflicto sin en cual no habría progreso ni liberación.
Como el hombre no está en armonía, tiene que hacer ajustes continuamente. La paz habitual, tanto en el hombre como en el mundo, es una quimera. La paz no es más que una especie de tregua, una solución provisional de un conflicto determinado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario